Norelia Álvarez, una entrañable amiga en Londres -que contactamos gracias a la mamá de Clau- me tenía amenazado con un almuerzo de cumpleaños. Diez días después de la fecha porque nadie podía antes. ¡Pero qué importa! Y allá estuvimos.
Bueno, en realidad acordamos que haríamos un sancocho de pescado...una delicia colombiana -aunque debe haber guisos semejantes en casi todo el mundo- y nos citamos en un mercado latino en Brixton para conseguir los ingredientes. Compró Norelia un pescado lo más parecido posible a un bagre, un pescado adicional para dejar todo el tiempo en la olla y una cabeza de salmón, encargada del sabor. Plátanos verdes, papas, yucas, guineos, cilantro, cebollas y tomates hacían parte del mercadillo. Arracachas no se consiguen. Hay una semejantes, que se llaman "parsnips", pero son dulces y aquí se las comen asadas.
Bueno, en realidad acordamos que haríamos un sancocho de pescado...una delicia colombiana -aunque debe haber guisos semejantes en casi todo el mundo- y nos citamos en un mercado latino en Brixton para conseguir los ingredientes. Compró Norelia un pescado lo más parecido posible a un bagre, un pescado adicional para dejar todo el tiempo en la olla y una cabeza de salmón, encargada del sabor. Plátanos verdes, papas, yucas, guineos, cilantro, cebollas y tomates hacían parte del mercadillo. Arracachas no se consiguen. Hay una semejantes, que se llaman "parsnips", pero son dulces y aquí se las comen asadas.
Después, en su apartamento del centro, ubicado en un sitio privilegiado, poco a poco le dimos forma al sancocho y alegría al espíritu gracias a un vino tinto sudafricano delicioso que nos calentó por dentro y nos puso una sonrisa en el rostro del sábado primero de marzo.
Fue una reunión estupenda, cálida, de conversación fluida, de anécdotas y carcajadas.
Estuvimos presentes, para envidia de ustedes los lectores, Clau, Luisa, mi sobrina que estudia diseño gráfico y artes en Loughborough y vino especialmente para la cita, Estéban, sobrino de Norelia, Jacky, la hermana, France, la amiga de ambas y claro, yo.
Todavía me saboreo.
1 comentario:
Siempre me toman fotos y no me doy cuenta!! El sancocho estaba muy muy bueno.
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