jueves, 29 de enero de 2009

La crisis que lo baña todo


Los británicos sufren ya la dura crisis económica que nos ronda a todos, ricos, emergentes y pobres, como se llama ahora a los países según su desarrollo al estilo capitalista.
Pero la gente aquí permanece callada aún, excepción de algunos grupos de presión que no logran alterar la paciencia a veces preocupante de los ciudadanos del Reino Unido. Será duro cuando despierten. Mejor, cuando acepten su recesión, la de todos, y se den cuenta de que sus bolsillos y sus cuentas bancarias ya no tienen el mismo valor de antes ni les alcanza para sus permanentes gastos cotidianos, uno de los valores más claros y perversos del consumismo desarrollista. Será duro porque aquí la tradición en el reclamo de las reivindicaciones ha sido con frecuencia violento.
Las viviendas están perdiendo valor desde hace más de un año. Por todas partes se anuncian recortes de trabajadores, revisiones en las metas de la producción industrial, cierre de tiendas de todo tipo e incluso, quiebra estruendosa de cadenas enteras de almacenes, como la de Woolworths que tenía más de 800 en el país, y reducciones importantes en otros negocios, como Starbucks y H&S. Sin hablar de los autos, de los muebles, de la disminución en las compras de todo orden ni de la semi parálisis del turismo local e internacional, en Europa.
Por todo eso, y porque el valor de la libra esterlina ha disminuido hasta quedar a la par con el euro, los entendidos creen que el Reino Unido no tendrá más remedio que recapacitar su resistencia a hacer parte real y efectiva de la Unión Europea. A ver si ahora si, aunque los políticos ni lo mencionan aún, muertos del miedo de perder las elecciones del año que viene.
Todo indica que no tendrán alternativa, pues han dejado de ser los banqueros y especuladores financieros mas poderosos en Europa, por lo menos.

sábado, 24 de enero de 2009

Volver...con ganas!


Si hace año y medio estábamos felices porque veníamos en camino a Londres, ahora también nos sentimos contentos porque vamos a regresar a Colombia, aunque a veces nos da cierta nostalgia, claro. Nostalgia de dejar esta ciudad, porque uno va echando sus raíces y desperdigando sus afectos.

Ya Clau ha recibido su diploma de master en cine de la Universidad de Kingston y ha hecho lo posible por conseguir una especie de práctica, un trabajo digno, en lo suyo, que le permitiera tener una experiencia profesional atractiva y formadora y nos facilitara quedarnos unos meses más aquí. Pero no ha sido posible. La crisis económica internacional le viene dando duro a Europa en la cabeza. Y ni el Reino Unido, que se enorgullecía de sólido y de rico, se ha salvado. Eso ha paralizado los créditos, congelado los presupuestos y engavetado los proyectos.

Por eso creemos que ha llegado el momento de regresar a Colombia, a buscar alternativas, aunque sabemos también que no será nada fácil. Pero hay qué intentarlo.
Así que ya tenemos el tiquete en internet, a la espera de ser impreso. Saldremos de Londres el 17 de febrero rumbo a San Francisco, California -E.U.- a visitar a Mae -mi hija mayor, para quienes no estén al tanto- que vive allí y a quien no vemos hace ya dos años. Días después volaremos a Miami, donde la familia de Clau. La idea es compartir allí con ellos y abrazar algunos amigos de quienes se nos ha desdibujado la cara. Por la distancia.

La fecha precisa de regreso a Medellín será a comienzos de marzo de todos modos. Ya estamos en esa tarea jarta de seleccionar con juicio lo que echaremos en las maletas, pues la mayoría de ropas viejas y trebejos que uno acumula sin saberlo se quedarán aquí, en la basura o en almacenes de caridad.

Queremos verlos y conversarlos y escucharlos y abrazarlos, de nuevo.

sábado, 17 de enero de 2009

Genio y figura...

La idea era conversar. Sin prevenciones. Y responder de paso algunas preguntas de esas trascendentales.
Yo no tenía la menor idea del resultado y además no quería meter la nariz en el proceso. En nada. Incluso no quise ver el "retrato" hasta el día en que fue presentado oficialmente en la Universidad de Kingston, con felicitaciones al final para la realizadora.
Ahí lo tienen, si no lo han visto ya.