Los villancicos tradicionales en inglés, festivos unos y melancólicos otros, me enfrentaron sin compasión con la película que me pasa por dentro, gracias a la cual automáticamente mi cerebro viene reconstruyendo todo lo que nos unió a Alberto y a mí. Y los resultados fueron malucos. Tristes.
Esta navidad, que ya se me había como aparecido en la mitad de camino, sin esperarla aún; que era una experiencia nueva en un país lejano; que ya me había hecho meditar sobre todo lo que me revuelca desde la infancia; que viene ahora a revolverse con el golpe directo a la cabeza que signfica la muerte de mi amigo, es bien extraña. Bella y fría, nostálgica y severa, liviana y densa.
Esta navidad, que ya se me había como aparecido en la mitad de camino, sin esperarla aún; que era una experiencia nueva en un país lejano; que ya me había hecho meditar sobre todo lo que me revuelca desde la infancia; que viene ahora a revolverse con el golpe directo a la cabeza que signfica la muerte de mi amigo, es bien extraña. Bella y fría, nostálgica y severa, liviana y densa.
2 comentarios:
Las navidades acà tambièn son raras... ya no hay tanta alegrìa o la expresan de otra forma... ya casi no veo los populares bailes de mi tierrita donde cerraban calle y mataban marrano... la navidad es extraña, o se està volviendo extraña...
Caruri, haces falta, haces mucha falta... en Medellìn, en la U, en la vida diaria, y ahora en el gtalk, no te pierdas mi adorado maestro.
Aunque hoy es 3 de enero, acabo de leer esta nota, y es la primera que me me hace tragar saliva por la distancia. Que rico darte un abrazo, lo siento mucho!
Publicar un comentario