El invierno en esta ciudad no trae la nieve. Para verla habría qué ir al Escocia o a Irlanda. Aquí predominan el cielo gris, cerrado y el viento fuerte. Pero tenemos por lo menos dos días soleados a la semana, helados eso si, de esos que permiten rememorar los tiempos cálidos del trópico. Y es cuando aprovecha esa luna de cuento infantil que gira sin lograr la parábola completa, medio escondida entre los edificios y los árboles, jugando a la foto y sacudiendo la indiferencia de los transeuntes.
Pobres poetas que ya no pueden hablar de ella en sus poemas, de pura pena porque su nombre -el de ella- permanece en el diccionario de los lugares comunes por orden de los críticos.
2 comentarios:
Qué hermoso escrito!!! "Esa luna de cuento infantil que gira sin lograr la parábola completa..."
Encantador su estilo para escribir Profe. Por eso es que a uno después le da pena publicar sus cositas.
Un abrazo gigante y afectuoso, como siempre.
me gusto este de la luna, muy lindo!!
besos!!
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