Fuimos a Brighton para despedir a Luisa, quien regresaba a Bogotá después de su MA en Loughborough. Queda en la costa sur, apenas a dos horas de Londres.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Brighton, hermoso mar frío
Fuimos a Brighton para despedir a Luisa, quien regresaba a Bogotá después de su MA en Loughborough. Queda en la costa sur, apenas a dos horas de Londres.
Gonzalez-Foesters en la Tate Modern
Mahalia Jackson, gracias


Señora Jackson, mis respetos. Viene usted esta tarde, ya de noche en Londres, a recordarme su legado. Enorme además. Y yo la recuerdo a usted también desde hace muchos años en Bogotá, cuando una noche en casa de Francisco Yepes la escuché cantando unos gospel tremendos, herederos de la más cálida y contundente música religiosa negra en Estados Unidos. Desde esa vez la amo, señora Mahalia.
Lástima que se nos haya muerto hace ratico ya. Pero tenemos la suerte de conservar su música, su queja perenne, su voz de trueno, su capacidad de revolcarnos por dentro. Y ahora que la escucho en “Summertime”, debo reconocer que usted lo hizo muy bien con el jazz, en su estilo, claro. No había género vedado para usted. Pero en el gospel, como ya dije, en el soul, en el spiritual y en el jazz, usted estuvo esplendorosa, llena de gracia y de fuerza.
Por eso la recuerdo y la llevo conmigo, para siempre. Gracias sinceras entonces por su legado.
jueves, 6 de noviembre de 2008
MA Film Making, Kingston - El día!!!
Yo creo que la ansiedad nos comenzó días antes de la presentación en sociedad del corto de Clau, The Galactic Girls. El cuatro de noviembre había sido establecido como día de la proyección de las 18 películas –cortos- realizadas por los estudiantes del MA film making de
Pero era Clau la más silenciosa y ansiosa. Después reconoció que era una especie de prueba de fuego, de quedar en evidencia. Pero Luisa –mi sobrina- y yo la animábamos porque estábamos seguros de la calidad de su trabajo.
Obvio, no se trataba de que The Galactic Girls fuera a cambiar el cine. Se trataba más bien de lo que el cine había cambiado a Clau en este año largo de intensa vida alrededor de ese mundo y de su complejidad. Porque si algo aprendí yo durante esta experiencia de cercanía a Clau cada día, es que hacer cine o video es difícil, complejo, duro, exigente. Y satisfactorio.
MA Film Making, Kingston - En el cine
Estuvimos en el Curzon Cinema, en el centro, a la hora establecida. Diez de la mañana. La gente fue llegando despacio. Como sin afán. Pero se sentía una especie de suspenso en el ambiente.
El espacio era bello, moderno, con cafeterías y bares en los dos pisos. Sala mediana -para unas 200 personas- y sillas cómodas. A la entrada nos entregaron una hoja con el programa: Kingston University London, MA film making Graduation Screening, decía el encabezado. Dieciocho cortos –en realidad había dos largometrajes que debieron editar una especie de “resumen” en 10 minutos- y un receso en la mitad. Comenzaba Bus Stop (13 minutos), de Ruba Hatem, una estudiante libanesa, y terminaba The Galactic Girls (9.5 minutos) de Claudia Vásquez Ramírez.
MA Film Making, Kingston - El momento...
En el intermedio todos subimos al café a tomar algo. Saludamos a algunos que no vimos antes y nos sentamos con la animadora Hung-Yu Chen, de Taiwan, quien hizo su MA también en Kingston y colaboró en el corto de Clau.
Y claro, los comentarios eran sobre los cortos ya vistos. Que la historia, que la fotografía, que la edición, que los actores, que el sonido… lo sobresaliente y lo que dejaba preguntas.
Bajamos a la segunda parte. Comenzaba London Vibes, sobre hip hop, del taiwanés Shih-Yun Su, más conocido para todos como Roter. Y llegamos finalmente al corto de Claudia. La ventaja de ser el último, la recordación. La desventaja, el cansancio de tres horas viendo películas.
MA Film Making, Kingston - ¡La foto final! -
Clau estaba ahora sí sudorosa, recostada sobre mi hombro. Hizo algunos comentarios sobre el color, sobre pequeños cambios inesperados, y me imagino que los 9.5 minutos se le hicieron largos y tensos. Porque ya se sabía de memoria cada plano, cada escena. Aplauso final y palabras super breves de Roy, de nuevo, para agradecer.
Todos los graduandos se encontraron en la puerta del Curzon para la foto de la historia. La despedida simbólica de las clases, talleres y grabaciones. Luego, después de los agradecimientos para los tres profesores presentes, Abbe, Mick y Roy, se fueron a almorzar al barrio chino y después a la cerveza de rigor, a un pub cercano.
La celebración fue más que plana, dijo Clau cuando llegó. Tampoco era una sorpresa.
¡Labor cumplida!