jueves, 7 de agosto de 2008

La comida donde Antonio





Esta sí fue una casualidad de la vida. De las buenas.
- Antonio es un español, chef recién retirado, con casi 20 años en Londres, que resultó convertido en personaje de un corto que Karl Elterwaag, compañero de Clau, realiza como trabajo final de su maestría en cine.
- Karl conoció a Antonio gracias a Daniel, un nigeriano que hace encuestas y que también fue reclutado como actor.
- Y nosotros conocimos a Antonio porque Clau hace la cámara de una parte de la película de su "classmate".
Así que cuando Antonio invitó a una comida (almuerzo) en su casa de Brixton, estábamos en la lista. Y de una vez nos anunció el menú:
- Sangría
- Tapas españolas de entrada: Langostinos, chorizo, queso manchego, jamón serrano y aceitunas.
- Paella, al estilo asturiano: con mariscos y pollo.
- Postre: torta helada con fresas.
- Vino espumoso catalán, de una edición especial.

Y aquello fue una delicia. Da hasta pena contar los detalles. La sangría estaba sabiamente equilibrada y fresca. Suave. Sin estridencias. Las tapas, impecables. Los langostinos enteros, sin pelar, el queso ni duro ni blando, cremoso. El chorizo y el jamón, "eavemaría".
Pero la paella se llevó, para mí, los elogios. Qué ricura de paella la que sirvió generosamente Antonio, con la ayuda de su esposa colombiana -de Medallo- Angélica.
Todavía creo tener en mi boca aquellos sabores. Todavía me parece sentirlos como una magia que me hizo feliz.

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