miércoles, 4 de junio de 2008

Colombia, por ninguna parte


Colombia no se siente por aquí. Pasa de agache. No somos para los británicos más que el país de la guerra, de la coca y de los paracos. Y por ende, país de injusticias. Y aparecemos en las noticias cuando son malas de verdad o impactantes.
Cuando el señor presidente en ese afán insospechado envió catorce jefes paras a cárceles de Estados Unidos, todos creímos que nos darían espacios destacados en las primeras páginas, o en los titulares de los noticieros, pero nada. Ni una letra. Apenas en algunos periódicos, adentro, un parrafito. Y ya.
Y ahora que recién vino la selección colombiana de perdedores de fútbol, líneas esporádicas se escribieron, con michicatería. Sin embargo, entiendo que esos dos partidos no dieron para más.
La única noticia que ha sido destacada en primera y ha sido leída en todos los noticieros importantes, fue la confirmación de la muerte de Tirofijo. Claro. Era el guerrillo más viejo de la tierra y eso ya era para el record Guinnes, que nos gusta tanto.
...
Los unicos países latinoamericanos que suenan en el Reino Unido, por alguna razón, son México, Brasil, Argentina, Cuba, Perú y Venezuela. Y de este último país se habla a veces en Londres porque tiene un convenio con la Alcadía de la ciudad: gasolina venezolana barata a cambio de asesoría para Caracas sobre planeación urbana. De resto, somos una masa informe, selvática, atrasada, pobre, bien lejana y sin sentido. Porque los ingleses -y en general los europeos- no tienen la más mínima idea de quiénes somos, ni de dónde vivimos, ni de como somos, ni qué producimos aparte de problemas.
Uno ve aquí que esos países latinoamericanos mencionados se preocupan por estar en las agendas europeas, porque se hable de ellos, por hacer promoción de sus productos y de sus ventajas turísticas, sobre todo. Pero de Colombia, ni pio.
Envidia -de la buena- me dio ver este bus de Londres con tamaña publicidad de México rodando por media ciudad.
Nosotros esperamos en el cuarto de San Alejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace poco estuve en un pueblito diminuto cerca de Nápoles. En efecto, allí confirmé que la referencia inmediata que tenemos es a la coca... nada de flores, café, esmeraldas, patinaje o tejo(?).

Y no es que primero haya que 'arreglar la casa' para luego llevar invitados: en la Biennale de Venezia hay un pabellón completo pagado por el gobierno Venezolano, con de todo menos arte, promocionando sus programas sociales y el cambio de dicho país (cuya veracidad ni afirmo ni niego, sólo desconozco).

Como que lo único que hace falta para promocionar el país es voluntad política y dinero... sin ninguna de las dos, estamos fregados.

Saludos, profesor.