Cuando yo estaba en la universidad -la vieja UPB de Monseñor Henao Botero manejada a manera de escuelita- había un crítico profe de filosofía que era inclemente con la mediocridad. Y entre las cosas que afirmaba recuerdo una: los que no tienen nada de qué habar, hablan del tiempo. Ahora creo que no es tan sencillo.
Vivir en Londres, o en cualquier ciudad donde haya estaciones- significa estar pendiente del tiempo. Dependiente. No solo por la ropa -que el saco, que el abrigo, que el paraguas, que la camiseta térmica- sino por el estado de ánimo, por las sensaciones de encerramiento o de libertad, por los espacios abrigados o por el aire libre.
El tiempo, el exterior y el que corre por dentro de uno, determina lo cotidiano, la relación con las cosas, la eficiencia en el trabajo o, incluso, el apego o desapego del otro. Así de sencillo.
Aquí, tratar de saber el estado del tiempo es también tratar de presentir cómo me sentiré más adelante, a qué debo enfrentarme, en qué condiciones, si a las caras mustias o a los rostros brillantes.
Londres con 23 grados centígrados es una ciudad hermosa y resplandeciente.
Londres con 4 grados centígrados es una ciudad hermosa y sometida a una capa de cera.
El tiempo lo es todo. Lo envuelve todo. Lo determina todo .
Vivir en Londres, o en cualquier ciudad donde haya estaciones- significa estar pendiente del tiempo. Dependiente. No solo por la ropa -que el saco, que el abrigo, que el paraguas, que la camiseta térmica- sino por el estado de ánimo, por las sensaciones de encerramiento o de libertad, por los espacios abrigados o por el aire libre.
El tiempo, el exterior y el que corre por dentro de uno, determina lo cotidiano, la relación con las cosas, la eficiencia en el trabajo o, incluso, el apego o desapego del otro. Así de sencillo.
Aquí, tratar de saber el estado del tiempo es también tratar de presentir cómo me sentiré más adelante, a qué debo enfrentarme, en qué condiciones, si a las caras mustias o a los rostros brillantes.
Londres con 23 grados centígrados es una ciudad hermosa y resplandeciente.
Londres con 4 grados centígrados es una ciudad hermosa y sometida a una capa de cera.
El tiempo lo es todo. Lo envuelve todo. Lo determina todo .